Hola,
Ha vuelto a pasar. Justo en el momento en el me preparaba para escribirte he encontrado otra canción que no solo encajaba mejor con lo que te quería contar sino que también es parte de una película cuya fotografía me encanta: The Secret Life of Walter Mitty. Totalmente recomendada.
Quería contarte que la semana pasada tuve una de esas conversaciones en las que de repente todo se torna de unos colores que no esperabas, y cuando te das cuenta estáis hablando de que claro, hace cinco años no pensabas que estarías como estás cinco años después. Esa típica pregunta de entrevista de trabajo que cuando no se hace el propio trabajo gana puntos llevada a otro contexto: el tiempo pasa, y con él pasamos tú y yo.
Y es que, en mi caso, ni siquiera estoy como creí hace un año que estaría. Ni en el mismo lugar, ni con la misma gente, ni siquiera con la misma cantidad de tinta en la piel. Hace un año no sabía que estaba dormido. Lo que cambian las cosas, lo que hacen los cambios, y sobre todo lo que hacemos con nosotros mismos es una cosa que me parece a la misma vez maravillosa y aterradora.
Nada es estático. Y cuando intentas que lo sea, termina saltando por los aires.
He tenido la inmensa suerte de poder hacer arder puentes por los que no quería volver a pasar. Ver las cosas desde otra perspectiva, y no poder dejar de mirarlas. Cuando sabes algo que quizá en el fondo ya sabías pero no te lo habías dicho en voz alta, ya no puedes dejar de saberlo. Visualizo esos momentos como hacer arder una casa para no poder volver a ella nunca más. Como despedirse para siempre del que ya no puedes volver a ser.
¿Tiene sentido para ti? Quizá escribirte esto a altas horas y no revisarlo más de dos veces haya hecho que suene extraño. Espero que no. Si lo hace, dímelo y tengamos una conversación al respecto.
Por cierto, la película se estrenó nuevamente en 2013. Y digo nuevamente porque ya lo hizo en 1947. Imagina la de veces que le ha cambiado a una única persona la vida en todo ese tiempo.
¿Y a ti? ¿Cuánto te ha cambiado la vida en los últimos cinco años? ¿Y en el último año? ¿Estás donde imaginabas que estarías? ¿Estás donde quieres estar? Espero, deseo, y pido en alto al mar que sí. Es una de las mejores sensaciones que conozco: no querer estar en ninguna otra parte, aunque sea por un único momento.
Y recuerda:
Incluso ahora mismo.